El Diamante de Porter es un modelo que se utiliza para el análisis de la competitividad de los destinos turísticos.
El modelo parte de la premisa que la competitividad es el resultado de una combinación de factores que propicien la capacidad de innovación y la integración de los agentes de un destino turístico. Tener recursos turísticos abundantes es una condición necesaria pero no suficiente para ser competitivos. Son importantes otros factores presentes en el destino, como su liderazgo, la competitividad, empresas del sector, la calidad de la demanda y las sinergias que se produzcan entre todos los agentes.
Fuente: Hosteltur |
Los elementos clave que analiza el modelo Diamante de Porter, son:
- Condiciones de los factores. Consiste en una evaluación de los recursos humanos, población local, recursos naturales, climatología, localización, recursos culturales, infraestructuras, sistemas sanitarios, transportes.
- Condiciones de la demanda. Para que un destino turístico sea competitivo es necesario alcanzar una masa crítica de turistas que generen imput que mueva los negocios. Pero es imprescindible atraer a los turistas más exigentes que obliguen a innovar para satisfacerlos. La calidad es la que genera competitividad.
- Condiciones de las industrias conexas y de apoyo. Es necesario promover relaciones entre todos los sectores y las empresas turísticas para favorecer la integración de los proveedores, la agricultura, la industria, los servicios, las organizaciones públicas, los centros de investigación y formación, los distribuidores, touroperadores, agencias de viajes, empresas turísticas para trabajar en conjunto en la creación de valor para turistas y la población local.
- Estrategia, estructura y rivalidad de las empresas. Una fuerte rivalidad entre empresas turísticas del sector estimula la competitividad del destino, esto se entiende por ser quien mejor satisfaga a sus clientes, por lo que hay que innovar constantemente. Esta rivalidad no está en contradicción con la necesaria cooperación e intercambio de información.
- El papel del gobierno. La política turística que trace la Administración Pública será decisiva en generar ventajas competitivas de carácter sostenible en los destinos turísticos.
- La casualidad. Acontecimientos que escapan del control humano y que inciden directamente en la demanda. Desde catástrofes naturales hasta acontecimientos que hagan notorio el destino, sin relación directa con el turismo, pueden decidir la caída de la demanda o que se convierta en un lugar de moda.
La competitividad vista según el modelo del diamante de Porter es el resultado de una interacción entre sus determinantes. Al aplicar el modelo para diagnosticar el destino se deberá evaluar hasta que punto cada elemento del sistema interactúa con el resto generando sinergias e integrando estrategias.
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