Un fallo de mercado es una situación que se produce cuando el mercado no es capaz de asignar los recursos de forma eficiente. En términos económicos, el sistema de precios de un mercado competitivo es capaz de abastecer todos los bienes y servicios turísticos. Sin embargo, existen algunas situaciones donde esto no es posible, esto se conoce como fallos de mercado.
En función del número, del tamaño de los oferentes, del grado de concentración entre las empresas turísticas y de la homogeneidad o heterogeneidad de los productos, se pueden clasificar los mercados de competencia imperfecta en categorías diferentes, las más importantes y frecuentes son las siguientes:
- Monopolio: es el caso extremo de competencia imperfecta y se caracteriza porque hay un único vendedor que controla la industria.
- Oligopolio: este mercado se caracteriza porque hay pocos vendedores, de manera que cada empresa puede influir en el precio de mercado y en la conducta de sus competidores.
- Monopsonio: es una estructura de mercado en donde existe un único demandante o comprador, mientras que pueden existir uno o varios oferentes.
- Competencia monopolística: ocurre cuando un gran número de vendedores produce bienes en el que sus características importantes varían. Los productos que ofertan las distintas empresas no son idénticos.
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